miércoles, 27 de febrero de 2013

Ayuno + alcohol

Así nada más. Ayer decidí ayunar para pagar una "manda" (ridículo, lo sé, pero me ayuda a calmar mis ansias), y todo bien. Pasé el día a punta de té rojo y más té rojo, sin dar bocado alguno. La luna llena también me dio muchísima energía para hacer las cosas bien, así que me sentí muy positiva y feliz... Todo bien.

Eso hasta la noche, que mi primo con sus amigos se pusieron a beber, y aunque no era la primera noche que lo hacían, sí era la primera noche en que se me daba a mí la oportunidad de hacerlo... Y bien, como no bebía nada hace mucho tiempo (21 de diciembre para ser exactos, que estábamos "celebrando el fin del mundo" con mis amigos jaja) comencé a sacar cuentas y ya habían pasado las 26 horas de ayuno, así que como las ganas de beber con ellos (que sí, que yo creo que con otra persona mis ganas de beber hubiesen sido nulas) eran demasiado grandes decidí romper el ayuno. No podía beber así nada más, porque tampoco me quería embriagar a más no poder delante de ellos, así que decidí comer un poco antes de tomar el vaso... Me preparé una fuente de lechuga con MUCHO limón y un poco de sal, y me apresté a comerla, aunque finalmente mi primo se comió la mitad, y la otra mitad la compartí con mi hermana. Y vale, con eso ya estaba, no quería comer mucho para ser honesta (que me cuesta romper los ayunos ;-;)... Y comencé a beber, calmadamente, como una señorita jaja. Y la pasé realmente bien, los amigos de mi primo son muy simpáticos y graciosos, y beber alcohol me hizo sentir un poco más cómoda para acercarme a ellos, digo, los otros días que hemos estado aquí hemos hablado y reído y hemos tenido una buena convivencia, pero anoche fue aún mejor. Y bien, finalmente estuvimos en pie hasta las 4:30 creo... Que de a poco se iban yendo a dormir los chicos, y a esa hora estábamos (mi hermana y yo, que hasta mi primo ya se había ido) con los dos que menos conozco, y que eran precisamente a los que más me quería acercar. Y toooodo genial, la pasé realmente bien y reí bastante, así que aunque rompí mi promesa de no beber este año no me arrepiento para nada. Lo mejor de todo es que, extrañamente, tuve más aguante que nunca, no me emborraché, y no cometí ninguna estupidez (debo reconocer que soy el tipo de persona que cuando bebe hace cosas que no se deberían hacer...). Así que estoy feliz, éstas son vacaciones, así que darse un break está bien. Además mi primo y sus amigos se van hoy, así que siento que estuvo bien aprovechar la última noche con ellos.

Ahora voy a ver si como algo, para aprovechar esta etapa en que la culpa no me agobia, y más tarde me paso por sus blogs. Besitos.

viernes, 22 de febrero de 2013

Brp

Hola chicas. La verdad vengo a escribir sin mucho ánimo... las dos últimas veces que intenté escribir algo terminé por borrar todo (-___-)".

Estoy en el sur de vacaciones con mi abuelo, mis hermanos y mis primos... *suspiro*. Mi ánimo ha estado raro, como que tengo ganas de todo y aún así... ganas de nada.

En cuanto a la comida... he comido como una persona "normal", hasta he comido uno que otro chocolate, sin ningún arrepentimiento. Bueno, eso hasta ahora, que me viene toda la culpa y me quiero echar a morir. Debería aprovechar el tiempo acá para comer lo menos posible, ya que nadie se va a preocupar de mi alimentación. Y bien, anoche llegué a la conclusión de que hoy debería ayunar. Desperté e hice ejercicios de piernas, y luego tomé un vaso de agua con limón, un buen comienzo para el día... pero ya lo arruiné todo comiendo un poco de mariscos hace un rato. La verdad no me pesa tanto la culpa, porque fue solo un poco de mariscos... nada muy calorico para ser honesta. Pero bien, aún así me siento molesta y frustrada, ¿qué debería hacer ahora? Simplemente nada. Ahora comeré un poco de melón (yay! por las calorías negativas) y ya para el resto del día: nada. Por la tarde iré a la playa y aprovecharé de caminar un poco... a ver si la brisa marina me despeja un poco la mente.

Ahora, cambiando un poco de tema, hay una pregunta que últimamente azooota mi cabeza: ¿realmente es TAN terrible ser gorda?, y para empezar ¿realmente estoy TAN gorda?. Y la respuesta que retumba con igual intensidad: SÍ. SÍ. Y es verdaderamente terrible, horrible, asqueroso, molesto... *suspiro*. Me pregunto cuándo será el día en que me mire al espejo y me sienta bien... y me frustro.

Vale, que no hay nada más que merezca ser dicho por ahora.
Un besote para todas, cuídense.

sábado, 16 de febrero de 2013

Blah

Me he encontrado unas fotos que tomé luego de cortarme una vez hace algún tiempo. Recuerdo que cuando las tomé pensé "quizás verlas me ayude a pensar dos veces antes de tomar la cuchilla", cosa que no sirvió. Es más: al verlas cuando estoy en un estado de indiferencia hacia la vida (ni triste ni feliz, todo me da igual) me dan ganas de hacerme un par de "rasguños". Principalmente porque quiero "sentir" algo, quiero... sentirme viva (sí, cortarme me hace sentir viva). Es raro, pero es así.

Como sea, los últimos días he estado sintiendo la urgencia de tomar la cuchilla muy seguido. Tanto que ayer me levanté en medio del trabajo, tomé una cuchilla de la cocina y fui al baño a dibujarme unas rayitas en las costillas. No logré mucho porque la cuchilla estaba gastada, pero las rayitas están ahí, y me gusta verlas. Me hubiese gustado ver sangre, porque eso me llena aún más, pero blah. No puedo negar que ver lo rosa que se pone la zona alrededor de los cortes me encanta, me fascina. Luego viene la culpa... pero puedo lidiar con eso.

Me gusta cortarme. Me siento como una loca al decirlo, pero es la verdad. Le puedo mentir a todos, menos a mí. Los cortes me maravillan, y no dejará de ser así de un día para otro. No le causo daño a nadie, así que estoy en mi derecho de hacerlo hasta que me aburra. Aunque odio las cicatrices, y desde el momento en que pierden el color me odio a mí misma también.

Bien, no hay nada más que quiera compartir... No me he pesado, y tampoco quiero hacerlo porque me asusta pensar en que no tan solo no bajé, sino que subí. No tengo como estar segura hasta subirme a la báscula de nuevo, pero no pienso hacerlo hasta dentro de 1 o 2 semanas más... Espero ser lo suficientemente fuerte para cumplirlo, porque quiera o no: llega un momento en que la tentación es mayor al miedo.

Espero que las cosas les vayan bien a todas, no se dejen desanimar fácilmente.
Un besito.

martes, 12 de febrero de 2013

Tranquilidad

Hoy no comí nada, y eso está bien. Simplemente no sentí deseos de hacerlo. Fue un día demasiado agotador como para pensar en comida, todo lo que cruzaba mi mente era: dormir, dormir, dormir. Y ha sido terrible trabajar con eso en mente. Aproveché mi hora de descanso (que es para comer) para dormir y poder seguir trabajando,  y al terminar la jornada dormí de nuevo. Ahora me siento bien, descansada y tranquila, pero aún con deseos de dormir. Ya mañana volveré a comer de nuevo, que no quiero que todo esto me pase la cuenta (después de todo, el trabajo me exige mucho).

También he decidido que 50.6 ya no será mi meta para esta semana, que con 51 kg estaré bien y no tendré que presionarme tanto. Sobre todo porque me vino el período y con eso me pongo anemica (algo parecido), y si me presiono mucho los riesgos son altos. Por el momento debo tomarme las cosas con calma.

Los sentimientos negativos de ayer quedaron atrás, ya ni quiero pensar en eso. En especial porque todo fue parte del SPM (creo).

Bueno, eso es todo lo que quería compartir el día de hoy. Cuídense mucho, ánimo para todas.

PD: Ya sé que 400 g no es mucho, pero es que ver ese "50" me ponía demasiado nerviosa. En cambio el 51 me da tranquilidad y me quita la presión. :3

lunes, 11 de febrero de 2013

Nada

Estoy relativamente bien, aunque hoy fue un día de nervios y angustia. Escribí 3 borradores con mis confusos sentimientos, pero no vale la pena publicarlos.

Hablé con mi papá y me preguntó si hoy había comido algo, porque ayer no comí nada. Le dije que sí, y para darle tranquilidad le dije que ayer sí comí, aunque en realidad todo lo que hice fue comer un poco de cebolla, porque todo lo demás lo masticaba y lo escupía. Es una rara manía la que he desarrollado, lo hago incluso cuando voy a otras casas (pero ahí debo ser más cuidadosa). Hay veces en las que planeo mi próximo escape al baño, para masticar y escupir tranquilamente sin el miedo a ser descubierta. Me parece un poco asqueroso y lo quiero dejar, pero me cuesta. Al menos hoy no lo hice, creo.

Por otra parte, hoy tuve un atracón (para variar). Luego bebí mucha agua e intenté vomitar. ¿Resultado? Nada. No pude vomitar absolutamente nada. Solo terminé tirada en el piso del baño con lágrimas en mis ojos y un malestar que apenas me permitía mover. Ni siquiera sé si lloré en la ducha, creo que no. Por un lado, creo que es bueno, porque no quiero volver a vomitar. Pero por el otro, me sentí enormemente frustrada. Ahora que ya ha pasado un rato me siento mejor, pero sin ganas de dar bocado mañana, porque no quiero que el "malestar" vuelva. Quién sabe, tal vez termine comiendo igual, pero lo dudo.

Eso es todo por ahora. Aún quiero llegar a los 50.6 kg para el viernes, y creo que es algo muy posible. He encargado unos short para la próxima semana, y pensar en ello y los zapatos me da un poco de energía para lograr la meta de esta semana. Pensar en la ropa que podré usar me da ánimo para seguir, aunque sea por un momento. Y debo reconocer que pensar en cosas superficiales me ayuda a sobrellevar mis problemas reales. Bueno, así es.

Besitos. Espero que estén todas "bien" (dentro de lo posible para nosotras).

domingo, 10 de febrero de 2013

Mejor

Pues eso, hoy me sentí mucho mejor, con mucho más control. Atrás quedó la comilona del sábado, y hasta perdí peso. Me siento tan bien cuando veo que los números descienden. Ya estoy en 52, y espero estar en 50.6 (al menos) para el viernes, y de ser así bien me premiaré con unos zapatos nuevos o algo (haré que todo el trabajo me valga de algo).

Quiero seguir sintiéndome bien, aunque sé que es difícil, y no me extrañaría si en un rato más me vuelven las ganas de llorar... Es triste decirlo, pero ya me acostumbré a eso, al interminable carrusel de emociones... Y lo más triste de todo es que la costumbre no lo hace para nada más llevadero. Pero bien, eso me vale por ahora, aprovecharé al máximo mis momentos de felicidad, porque sé que duran poco.

Ya mañana por la mañana empiezo con el trabajo nuevamente, y eso me tiene bien. Sé que cuando trabajo me controlo más, y también bajo de peso más rápido por toda la energía que trabajar me significa. Además me gusta tener algo que hacer.

Y bien, pues eso es todo. Espero que mi ánimo no decaiga tan pronto, porque me gusta sentirme feliz (¿y a quién no?). Saludos y espero que estén todas muy bien. :)

sábado, 9 de febrero de 2013

Falling

Me siento mal, de nuevo. Ayer volví a mi casa y mi hermana le dijo a mi papá que me había pesado y que estaba en los 53.2 kg (400 g menos que el día anterior, algo es algo), y hubiesen visto su cara de desagrado y desaprobación al decir "¿tantos kilos?". Me sentí tan mal, es decir, yo ya sé que estoy gorda, no necesito que él también me lo diga. Además no lo entiendo, cuando estaba más delgada me decía todos los días que tenía que dejar de adelgazar porque ya estaba en los huesos, y ahora que le hice caso (porque fue por él que empecé a comer más) me trata de gorda...

Para colmo hoy comí demasiado. Desperté decidida a no comer más que un durazno y una barra de cereal, pero a la hora de almuerzo mi hermana preparó ensalada de tomate y de cebolla, y decidí que eso no me haría daño, que de hecho, me harían bien. Hasta ahí todo ok, pero junto con las ensaladas preparó papas fritas, y aunque me negué a comerlas en ese momento, al rato comí igual. Luego de comer las papas fritas decidí que este sería un día perdido, y que solo lo recuperaría haciendo elíptica más tarde. Pero todo fue de mal en peor, luego comí pan y un dulce de maní (el puro dulce tenía 121 kcal), además de 4 galletas de avena-muesli (181 kcal en total) y mi barra de cereal (85 kcal). Me sentí tan mal después de comer todo eso, solo quería llorar, y tal vez recurrir a mi cuchilla. Pero mi hermana llegó justo a tiempo y me invitó a venir a la casa de una amiga. Primero le dije que no, pero luego lo pensé y decidí venir para poder a entrar a internet a escribir esto y ver algunas cosas, para sentirme mejor.

Lo más probable es que por la noche llore y me corte igual, pero haré lo posible para que no sea así. Llorar está bien, lo necesito. Pero no quiero cortarme, llevo mucho tiempo sin hacerlo y mis cicatrices ya están por sanar (la mayoría), así que espero tener más fuerza de voluntad más tarde y decirle que no a mi brillante y filosa amiga...

 Bueno, eso es todo. Por ahora trataré de no llorar hasta la noche, cuando esté en la tranquilidad de mi habitación y nadie se pueda dar cuenta.

jueves, 7 de febrero de 2013

- 1 kg

No podría estar más feliz. Hoy me enfrenté a la báscula, asustada y preocupada por lo que podría decirme, pero ahora estoy contentísima. Me sorprendí tanto al ver que bajé un kilo, ¡pasé de los 54.6 a los 53.6 en 3 días! Y la verdad no entiendo muy bien qué hice, si he pasado todos los días comiendo como puerca... Seguramente es por el trabajo. No puedo evitar pensar que si no hubiese comido tanta porquería sería más de 1 kg, pero eso no me quita la felicidad. Ahora estoy cuidando la dieta de nuevo, y voy súper bien, no pienso decaer ahora. Hace un rato almorcé, comí poco y tomé mucha agua, pero aún así me siento como un globo, ¿debería recurrir a Mia? No lo quiero hacer, hace tanto tiempo que no lo hago que siento que sería un desperdicio volver a ella ahora... Me asusta un poco que pueda dominarme. Por ahora Ana es todo lo que necesito. 1 kg menos, 10 kg faltantes, ¡no voy a fallar! Esta vez sí lo voy a lograr.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Un nuevo comienzo

Me había abstenido de la idea de crear un blog durante mucho tiempo. Razones tenía muchas: no entiendo bien el funcionamiento, no tengo internet en casa, no tengo mucho que aportar, etc... Pero finalmente me decidí, porque creo que puede ser lo que me hace falta en este momento. No entiendo bien qué rumbo está tomando mi vida, ya no puedo distinguir entre lo que quiero y lo que no. La ansiedad se apodera de mí con más frecuencia que antes, me siento como un monstruo que devora todo a su paso para luego arrepentirse y lamentarse en silencio. ¿Qué puedo hacer?. Me siento mal, insuficiente. Y para colmo, he alcanzado el peso más alto en mucho tiempo: 54.6 kilos. ¿Qué hice mal?. Bueno, no saco nada con preguntar qué fue lo que hice mal, porque lo sé, pero... ¿Qué me llevó a eso?. Ya ni siquiera me siento capaz de hacer un cambio. A ratos me detesto, y a ratos me doy igual. Solo quiero recuperar el control y volver a lo que solía ser, pero cada vez se me hace más difícil. Necesito y quiero apoyo, pero no sé dónde encontrarlo. Por ahora intentaré mantener mi mente ocupada y no acercarme a la despensa, pero me asusta no poder lograrlo.